Me gusta mucho dormir. Cuando duermo estoy tranquilo. Sueño que está toda mi familia junta y nos encontramos en lugares que tal vez en otro momento conoceré. Sueño con personas que no conozco pero a las que quiero mucho y que siento cómo me quieren. Sueño con lugares que creo que combinan lo que ya he visto y lo que quisiera ver. Tal vez por eso en muchos lugares me encuentro a mi abuela o a mi tía. Cenamos juntos o nos ponemos a discutir de cualquier cosa. Sueño que llueve hacia arriba y poco a poco todo se va secando y va saliendo el sol. Sueño con la luna de día y el sol de noche. Es muy bonito. Lo he visto.
Cuando duermo no me preocupo por lo que he hecho de mi vida hasta ahorita y lo que quiero hacer. No me preocupa ni la salud de mi madre, ni el dinero de la renta ni si estoy preparado para ser padre. No estoy pensando en hacia donde va el mundo, qué está pasando aquí que la gente está enojada ni qué estoy haciendo mal o qué no estoy haciendo.
Cuando duermo no veo tanta gente tirada en la calle ni veo a las personas que quiero preocupadas por lo que les pasa y no me entero de casi nada. No veo gente desesperada ni mujeres asustadas ni niños trabajando en las calles a todas horas.
Cuando duermo, soy muy feliz. Por eso procuro dormir 8 horas. Así aguanto muy bien las aventuras y desventuras de las otras 16 horas del día con una sonrisa.
Y si además, cuando me levanto, te veo a tí...
Tuesday, August 26, 2008
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