Yo he visto mal. Lo que yo creo que está mal. He visto violencia, he visto rencor y venganza. La he visto en los ojos de algunos. Cuando pierden, cuando se pierden, cuando no ganan. He visto aquí muchas peleas y muchas agresiones. Yo mismo tal vez he agredido con la mirada.
Te quiero contar que a veces yo he visto mal. He visto el cuerpo de una mujer que va caminando y tal vez eso a ella la moleste. Tal vez lo que la molesta es que no le quiera ver la cara. Tal vez me da pena. Ahora trato de ver a las mujeres a la cara. A veces puedo. He visto con desprecio y con coraje a algunas personas a las que quiero y a las que no quería alejar.
Lo que pasa es que la verdad, la verdad... te quiero pedir perdón. Perdón por agredirte con groserías, con miradas, con caras. Perdona por pensar que estas mal, que haces las cosas mal y que yo tengo la razón. Perdón por agredirte, por mentirte, por engañarte. Perdón por tantas veces pensar que tú tienes la culpa de mi malestar.
No me daba cuenta de que cada vez que te ofendía, aunque fuera jugando... te ofendía.
No me daba cuenta de que cada vez no te escuchaba, aunque fuera por hablar... no te escuchaba.
No me daba cuenta de que cada vez que te criticaba, aunque fuera por mejorar... te criticaba.
Yo ahora que estoy tratando de cambiar no sé si hago mal...
Pero estoy tratando de ver bien.
“A los hombres nada se les regala, y lo poco que pueden conquistar lo pagan con muertes injustas. Pero la grandeza del hombre no está ahí. Está en su decisión de ser más fuerte que su condición. Y si su condición es injusta, sólo tiene una manera de superarla: ser justo él mismo”. ALBERT CAMUS.
